MEDICINA 04 de Octubre
DIRIGIDO A: Egresados de carreras universitarias/ profesionales interesados en la temática.
Dictante: Docentes: Mg. Ps. Luciano Rodríguez Costa.
Días de cursado: Viernes 04/10/24: 14 a 19hs y Sábado 05/10/24: 8 a 13hs.
Fundamentos – Encuadre teórico:
La propuesta de nuevas demandas en salud mental implica la incorporación no sólo de nuevas problemáticas emergentes en sociedades cambiantes sino, y quizás fundamentalmente, la inclusión de problemáticas que siempre estuvieron pero más bien en los márgenes del campo que nos convoca. Es por ello que el empeño a lo largo de este módulo será el de poder ampliar el objeto de una Salud Mental cuyo punto de emergencia histórico-político será preciso revisitar y deconstruir para generar el lugar necesario para que tales demandas tengan cabida.
Para ello implementaremos una modalidad de investigación-acción (docente) donde podamos indagar en aquellos aspectos problemáticos de discursos y prácticas en Salud Mental, generando la producción de espacio necesario pero desde la propia experiencia.
Como parte de los nuevos objetos que deben incorporarse al campo de la Salud Mental, comenzaremos por la consideración de la violencia, categoría fetichizada y sobre la cual hablamos mucho sin necesariamente decir algo. Y si solemos creer que la violencia siempre está en la vereda de enfrente, veremos que esa sola concepción es ya la puesta en práctica de la subjetivación que las relaciones de violencia producen en nosotros. Perspectiva fundamental para saber cómo impacta en los equipos la violencia sufrida y reproducida desubjetivadamente en nuestras prácticas cotidianas y sin que lo notemos.
Entre los estigmatizados como violentos, aquellos que se construye como monstruos acechando la sociedad “civilizada” desde la vereda de enfrente, están las niñeces y juventudes que han tenido que crecer en los sectores sociales más impunemente violentados. Será preciso esclarecer diferencias teóricas entre adolescencia, pubertad y juventud, de cuya indiferenciación se derivan prácticas iatrogénicas en Salud Mental. Dentro de la población juvenil prestaremos especial atención a las juventudes autonomizadas, aquellas que han tenido que construirse un personaje de autosuficiencia cuya rigidez será proporcional al grado de dolor sufrido por parte de sus adultos significativos y de desesperanza respecto de la expectativa de que estos puedan retomar su lugar de tales, y desde allí reconocer y reparar lo padecido. Dentro de la estigmatización que sufren, haremos lugar a la problemática de los consumos problemáticos y la fetichización que estos mismos tienen a punto tal de resultar falazmente omniexplicativos de toda forma de padecimiento, invisibilizando e imposibilitando otros diagnósticos en torno a personas y comunidades (traumas, ASI, compulsiones, impulsiones, intentos de estabilización subjetiva, acting out con apelación ética al adulto, etc.).
Objetivos:
Programa – Contenidos:
Módulo I: Niñeces y juventudes en los márgenes de la Salud Mental
Toda formación en materia de Salud Mental involucra un módulo, capítulo o introducción donde vemos cómo en la escena provincial, nacional e internacional (Galende, 1994) (Basaglia, 1970) (Cohen & Natella, 1995) (Amarante, 2009) (Colovini, 2006), los movimientos en Salud Mental emergieron en contraposición al Dispositivo médico-legal (manicomial) (Foucault, 1985). Esto ha determinado que parte de los esfuerzos teóricos y de las propuestas político-institucionales de la Salud Mental al día de la fecha hayan quedado en buena medida centradas, por oposición, en el manicomio y el constructo social de la “locura”.
Por el contrario, a nivel de las prácticas lo que emerge como interpelación al discurso y prácticas de la Salud Mental, se trata de otros tipos de padecimientos de difícil abordaje donde lo que parece quedar en jaque es precisamente la capacidad de las personas para sostener lazos sociales y para que las instituciones podamos sostenerlas dentro de un proceso de producción de salud (Rodríguez Costa, 2016). Estas situaciones hacen a nuevos constructos sociales como antes fuera la “locura”, los cuales determinan los mismos mecanismos de segregación social.
Actualmente, sin embargo, la Salud Mental se ha propuesto incorporar nuevos objetos de intervención y reflexión crítica. Entre ellos vamos a situar la problemática de las violencias. Particularmente nos interesará centrarnos en un fenómeno que tiene los más severos efectos patológicos a nivel de los equipos de salud y de nuestras intervenciones: el fetichismo de la violencia (Rodríguez Costa, 2020, 2021).
Entre estas formas de violencia que generan nuevos segregables, se encuentran las niñeces y juventudes, particularmente aquellas de los sectores más histórico-políticamente empobrecidos de modo planificado en los dispositivos de la violencia. Actualmente se trata de una población que habitualmente parece estar en el centro de las prácticas pero en los márgenes de su conceptualización.
Abordaremos así la distinción entre juventud, adolescencia y pubertad, de cuya indiscriminación nacen fenómenos de psicopatologización de procesos saludables como la adolescentización de fenómenos psicopatológicos (Rodríguez Costa, 2021, 2022). De entre estos jóvenes, nos interesarán particularmente los que entendemos como juventudes autonomizadas (Rodríguez Costa, 2021). Un fenómeno en el cual tenemos que lidiar con los efectos del desamparo prolongado en el tiempo, de modo que los jóvenes no confían en el mundo adulto, rechazan toda dependencia (Winnicott, 2013) y apelan a mecanismos radicales para evitar lidiar con insondables sufrimientos, expresándose muchas veces no mediante palabras sino en actos.
Una forma de la violencia que recae sobre esta población habitualmente rechazada por las instituciones tradicionales, es la de incluirlos en un abordaje posible sólo a costa de estigmatizarlos bajo la categoría de consumos problemáticos. Lo que denominamos fetichismo de los consumos problemáticos (Rodríguez Costa, 2022) se relaciona a esa forma de estigmatización que incluye a costa de excluir. Si la categoría de consumos problemáticos quiso hacer avanzar la inclusión de la categoría de adicciones que la Salud Mental a nivel nacional había hecho desde la sanción de la Ley 26.657, hoy vemos que produce un estigma que determina circuitos institucionales excluyentes, sin controles estatales, donde muchas veces predomina el trato cruel, y que excluye las formas específicas de diagnóstico del sufrimiento que están en la base del uso que de las substancias los jóvenes puedan hacer.
Ante ello es preciso recuperar herramientas de la clínica tradicional así como trabajar en las nuevas perspectivas teórico-prácticas que el abordaje de juventudes que han sufrido violencia y desamparo, nos ofrecen cuando estamos dispuestos a escucharlas.
Metodología: Partiremos de la propia experiencia profesional y/o cotidiana como sujetos sociales que somos, para poder construir conocimiento desde las vivencias propias y antes de que las teorías las
signifiquen cerrando las filas del sentido.
Como parte de esta metodología, llevaremos adelante una actividad de investigación-acción docente en las cuales trabajaremos sobre la problemática misma de las juventudes en las prácticas en salud mental, de modo de poder pensar y asimilar las categorías teóricas surgidas de la práctica del propio docente, a partir de la asimilación singular de cada maestrando de acuerdo a la propia subjetivación y prácticas que tiene.
Fecha de inicio: viernes 04/10/2024
INSCRIPCION:
VALOR (un solo pago O UNICO PAGO):
- Inscripciones Generales: Valor (un solo pago): $25000 ( pesos veinticinco mil)
- Inscripciones Docentes: Valor (un solo pago): $17000 ( pesos diecisiete mil)
- Inscripciones Extranjeros: Valor ( un solo pago): U$D 30 (dolares treinta)
Cobro Inscripcion desde el 09/09/2024 Hasta el 04/10/2024.